Ya sea por motivos religiosos, por el amor y respeto hacia las tradiciones, o por ambos, los bautizos son, para muchas familias, una de las celebraciones más especiales a lo largo de la vida. Eso sí: Al igual que las bodas o las comuniones requieren un gran trabajo durante las semanas o incluso meses previos al evento, estas ceremonias conllevan una organización exquisita y, normalmente, generan muchas muchas, muchas dudas.
En esta guía aportamos algunas ideas y recomendaciones sobre cómo celebrar el bautizo perfecto para tu pequeño, ya que, aunque no lo recuerde cuando crezca, sí lo harán los invitados. ¿Qué menos que brindar una velada inolvidable con nuestros animadores para bautizos para todas aquellas personas que nos acompañan en un día tan especial?
El primer paso: elegir el padrino y la madrina
Aunque nunca está de más un toque de originalidad en las fiestas, los bautizos son una de las celebraciones más tradicionales y, como tal, hay costumbres que siempre es mejor respetar. Una de ellas es elegir a un padrino y a una madrina antes del evento. Hasta hace unas décadas, el padrino del primer hijo era el abuelo paterno y, la madrina, la abuela materna, mientras que el segundo hijo era apadrinado por su abuelo materno y amadrinado por su abuela paterna. En caso de llegar un tercer hijo a la familia, el papel lo ocupaba el hermano del padre y la hermana de la madre, respectivamente.
Esta jerarquía de padrinaje familiar ha variado con los años, si bien, hoy en día es también muy común escoger a tíos de los padres, amigos íntimos de la familia y otras figuras. Pero hay algo que no ha cambiado: las obligaciones del padrino y la madrina. Según tradición, más allá de realizar un buen regalo en la ceremonia, deben acompañar a su ahijado a lo largo de su vida en todas las cuestiones cristianas, así como ayudarle a resolver las dudas y problemas personales que escapan a sus padres, siempre, respetando la figura de los mismos. En definitiva, se trata de dos figuras cuyo papel fundamental será velar por el ahijado durante su infancia, su adolescencia y su juventud. Hay que tener en cuenta, no obstante, que no todas las personas pueden asumir este papel.
Requisitos para ser padrino o madrina
A la hora de elegir al padrino de tu hijo, así como a su madrina, se deberá tener en cuenta que ambos superen los 14 años de edad, que sean cristianos practicantes y que carezcan de antecedentes legales. Además, estas figuras deben poder convertirse en un buen ejemplo a seguir para el pequeño, sin olvidar que serán quienes se encarguen de él en caso de que a sus padres les ocurra algo.
¿Cómo vestirse para un bautizo?
Uno de los aspectos que más preocupan a la hora de organizar un bautizo es la vestimenta. Pero no solo la del pequeño, sino también la de los padres, hermanos y los familiares directos.
Comenzando por el pequeño homenajeado, es aconsejable escoger ropas blancas, ya que este color es símbolo de pureza. Con los últimos años, no obstante, esta tradición ha variado ligeramente, aunque no se debe salir de los tonos pastel o crudos. Por supuesto, no queremos que nuestro pequeño pase frío, ni tampoco que sufra por el calor, así que las prendas en cuestión dependerán, sobre todo, del lugar y la época del año en que se realice el bautizo. Si hace frío podemos vestir al bebé con una túnica clara acompañada de unos leotardos gorditos, por ejemplo de lana, y una chaquetita a juego. Por el contrario, si estamos en un mes más caluroso, debemos elegir con esmero un tejido fresco y ligero que encaje con la estación.
Chicas y mujeres: qué llevar puesto en el bautizo
El protagonista del evento no es el único que debe mostrar sus mejores galas. Si tienes dudas acerca de cómo se debe vestir una chica para un bautizo, te damos algunos consejos. Lo primero a tener en cuenta es que no estamos ante una boda, un aniversario o un cumpleaños, sino ante una ceremonia con unas normas de protocolo algo más exquisitas. Por ello, se deben descartar los vestidos largos, ya que este tipo de evento suele ser por la mañana o por la tarde, y por supuesto los vestidos demasiado cortos y las minifaldas. Esto nos deja lugar a los vestidos y faldas por la rodilla: sin duda, la prenda más recomendable para este tipo de celebración.
En el caso de las mujeres, se deben evitar a toda costa los escotes demasiado pronunciados, así como las espaldas abiertas. Es cierto que queremos estar a la altura de la situación en una fiesta tan elegante y repleta de invitados; sin embargo, un pecho demasiado descubierto no provocará demasiada atención sobre nuestra ropa; al menos, no la deseada. En cuanto al color y al estampado, lo ideal es optar por blancos o tonos pastel: crema, blanco roto, azul suave, rosa o lila, verde claro… En general, lo mejor es evitar los colores oscuros y el negro: un clásico muy elegante para otros eventos, pero no para un bautizo. Y, por supuesto, se pueden utilizar complementos, como pulseras, pendientes o collares, pero pequeños y discretos: dejemos de lado las grandes pamelas y los bolsos brillantes en esta ocasión.
¿Y los hombres?
En general, los hombres suelen tenerlo más fácil a la hora de vestirse. Eso sí, sin olvidar que también deben cumplir ciertas normas de protocolo, como el hecho de vestir una camisa de manga larga y tonos pastel y, si gusta, una corbata o pajarita que pueden ser estampadas siempre y cuando sean discretas. No es necesario llevar traje completo, especialmente si no es el padrino o un familiar directo del pequeño: Se puede optar por un pantalón de traje o un chino formal y una americana, por ejemplo. En cuanto a los colores, lo mejor es el azul o el gris claro. ¡Evita el negro!
Algunas tradiciones que no pasan de moda
Además de escoger al padrino y la madrina y respetar las normas protocolarias, existen algunas tradiciones que, lejos de pasar de moda, ayudan a convertir la ceremonia en un día realmente precioso para todos los invitados. Rociar la cabeza del niño con agua bendita es una de ellas y se mantiene como símbolo de este tipo de celebración. La vela bautismal, encendida y sujetada a través del cirio Pascual por el padrino, es una bonita costumbre relacionada con la luz y la pureza del niño. Realizar un detalle para los invitados, como las tradicionales peladillas, y lanzar monedas al aire para augurar la riqueza del ahijado son otras de las divertidas costumbres que han adornado los bautizos desde hace siglos.
Cómo hacer una fiesta de bautizo inolvidable
Y, para finalizar, si deseas dar una fiesta que tanto niños como adultos recuerden durante muchos años, recomendamos elegir un buen restaurante o salón, cuidar bien la decoración y, sobre todo, música, baile y juegos. Estos últimos mantendrán a los más pequeños entretenidos durante todo el evento mientras que a sus padres se les cae la baba viéndolos disfrutar.
Pero, ¿qué juegos son adecuados para un bautizo? Uno de los clásicos más utilizados es, sin duda, el pañuelo, y también el juego de las estatuas: Tan solo hace falta música y muchas ganas de bailar. Eso sí, quien continúe moviéndose una vez se pare la música, pierde puntos. ¡Pocas cosas divierten más a pequeños y mayores!
Las carreras de distintos tipos, por ejemplo, sujetando huevos sobre una cuchara dentro de la boca, o ‘patapalo’ -con una pierna atada a un compañero-, son, sin duda, buenas opciones para animar la fiesta. La ‘zapatilla por detrás’, el ‘juego de las sillas’, ‘declaro la guerra’ o ‘el regalo misterioso’ suelen ser también los favoritos de los niños. Una buena opción para que los pequeños lo pasen en grande mientras sus padres disfrutan tranquilos de la velada es contratar a un animador infantil.
Y por último pero no por ello menos importante, te recomendamos contratar a un fotógrafo o cámara -a ser posible, profesional- para inmortalizar uno de los días más especiales para el pequeño y su familia. ¡Podréis recordar siempre las anécdotas más divertidas de la fiesta con todo lujo de detalle!